Vamos a enfrentar una de las últimas versiones del famoso walkman de Sony con el archiconocido Ipod, concretamente su modelo Nano, por ser el más comparable.
No se trata de una comparación profesional, llena de datos técnicos, sino de la opinión, y por lo tanto subjetiva, de un usuario de este tipo de reproductores, que espero sea útil a quienes se estén su adquisición.
Sonido
Sin duda, el aspecto más importante. Aquí el walkman gana por goleada, en cuanto a nitidez, equilibrio y potencia del sonido. Es más, el walkman es el reproductor de mp3 con mejor sonido de cuantos he probado.
Interface gráfica
Es más amigable y visualmente más atractiva la del Ipod. Pero a mí me basta con la del Walkman, sobre todo si seleccionamos… en negro.
Facilidad de uso
Aquí pienso que está la mayor diferencia entre los dos reproductores. El Ipod tiene su conocida rueda táctil que resulta muy cómoda en la mayoría de las ocasiones, pero de nula utilidad si lo utilizas para running (mucha gente lo utiliza para correr) o en cualquier ocasión en la que no tengas el reproductor ante tus ojos. En estos casos, al ir a pasar la pista subiremos o bajaremos el sonido sin querer, siendo más molesto de lo que imaginamos, y haciendo prácticamente imposible sus uso en estas circunstancias.
Por contra, el Walkman tiene los clásicos botones tipo click, con los controles de sonido en otra ubicación, lo que hace que se pueda utilizar en cualquier circunstancia.
Sólo por esto, elegiría el Sony sin ningún tipo de duda.
Apariencia
El aluminio pulido del Ipod es inigualable, tanto a la vista (sobre todo en color negro) como al tacto, aunque en mi opinión es demasiado largo para un reproductor portátil.
El walkman también tiene carcasa de aluminio, tiene un diseño más sobrio y es algo más ancho y corto, lo que lo hace más manejable y portable.
Aquí también prefiero el Walkman.
Complementos
La pantalla de Ipod es algo más grande y de mejor calidad, si bien la del Walkman es suficientemente buena.
Ambos reproducen fotos y video, aunque los del Ipod se tiene que cargar a través de iTunes y en el walkman se pueden añadir como si de un disco externo se tratara.
El Ipod tiene cámara de video, no de fotos, aunque al estar dispuesta justo en la parte posterior de los controles de la misma, la hace prácticamente inutilizable.
El Ipod tiene juegos (injugables), podómetro, agenda y otra serie de complementos, de los que carece el Walkman.
Precio
En sus versiones de 16 gb, tienen un precio muy similar: 169€ el Ipod y 149€ el walkman.
Auriculares
Son diferentes, los que traen el walkman son in-ear y los que trae el Ipod son los típicos de la marca de la manzana, tipo ear-bud. Una vez más, tienen mejor sonido los de Sony, aunque, y esto es muy subjetivo, yo prefiero los tipo ear-bud, pues los in-ear me parecen muy incómodos.
Si añadimos a esto que llevar los típicos auriculares blancos queda muy “cool”, que me resultan muy cómodos y que tampoco suenan mal, me quedo con los de Apple.
Conexiones
Ambos tienen una salida tipo jack 3,5 para conectar auriculares, y un puerto especial que sirve para carga y para conectarlo al ordenador. En este caso, ambos se cargan mientras que está conectados.
Conclusión
Siendo el Ipod un magnífico reproductor, me quedo sin duda alguna con el Sony. No es una sólo una frase, es literal. Me compré los dos y vendí el Ipod después de probarlos durante un mes.
El Sony Walkman suena mejor, tiene un mejor tamaño, lo que lo hace más manejable y portable, y el tipo y ubicación de sus botones facilita su uso mientras corres, en la oscuridad o en cualquier circunstancia.
Es más, no es que sea mejor reproductor que el IPOD Nano, es que es el menor reproductor de cuantos he probado.
jueves, 4 de febrero de 2010
viernes, 21 de septiembre de 2007
Las dos caras de Ausbanc
En el mes de julio leí en EL PAIS un reportaje sobre Ausbanc. Pocas veces he leído un reportaje tan esclarecedor como éste. Trasladó al gran público algo que era de sobra conocido por todo aquel que tuviera cualquier tipo de relación con el sistema financiero: ¿Por qué Ausbanc siempre critica a los mismos? Esto es, si todas las entidades tienen las mismas prácticas bancarias, parece raro que siempre se critique a unas y nunca a otras. La respuesta la podemos encontrar en un fragmento del mencionado reportaje: "Algunos le acusan de utilizar sus publicaciones para captar dinero de la banca, bajo la amenaza de sacar sus trapos sucios si no pasan por caja. Pineda dice que no coacciona a nadie, que todos se anuncian voluntariamente. Un juzgado ha revelado que Ausbanc cobró 347.000 euros del Santander y cinco entidades más por un acto en Salamanca".
Y habría una segunda pregunta: ¿Cuál es el fin último de esa asociación? Es la defensa real de los usuarios de banca, o es un negocio realmente lucrativo que además posibilita todo tipo de relaciones y un alto grado de notoriedad. La lectura de este reportaje también nos ayuda a encontrar una respuesta: "Ausbanc...también le ha permitido levantar una red de empresas con la que el año pasado movió unos 15 millones (de euros)".
Creo que todas las asociaciones de defensa de los consumidores trabajan en mayor o menor medida para lograr el fín que les da nombre, pero también es cierto que algunas de ellas utilizan la fuerza que les dan aquellos a quienes representan para lograr otros objetivos, más personales y lucrativos.
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Contenido íntegro del reportaje "Las dos caras de Ausbanc"
La mayor asociación de usuarios bancarios pleitea con la banca y vive a la vez de su publicidad.
Defender a los consumidores puede ser un negocio muy lucrativo. Y Luis Pineda lo sabe bien. Hace más de 20 años que se inventó Ausbanc, una asociación de usuarios de banca que ha sacado los colores a las entidades por cobrar comisiones injustificadas, hipotecas caras, etcétera. Sin embargo, también le ha permitido levantar una red de empresas con la que el año pasado movió unos 15 millones. Algunos le acusan de utilizar sus publicaciones para captar dinero de la banca, bajo la amenaza de sacar sus trapos sucios si no pasan por caja. Pineda dice que no coacciona a nadie, que todos se anuncian voluntariamente. Un juzgado ha revelado que Ausbanc cobró 347.000 euros del Santander y cinco entidades más por un acto en Salamanca.
Emilio Botín, presidente del Santander, bajó las escaleras de la Audiencia Nacional con cierto aire despistado. Tenía delante una veintena de fotógrafos y periodistas esperándole. Había declarado ante el juez por las indemnizaciones millonarias pagadas a los ex directivos José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui. No era un trago fácil y parecía un poco apurado; pero, de repente, entre los periodistas alguien dio un paso adelante y se abrazó al presidente del banco. Era Luis Pineda, presidente de Ausbanc, Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios. Botín cambió el semblante y Pineda alabó su gestión ante los periodistas, que se quedaron desconcertados.
La anécdota describe al personaje. Luis Pineda (Málaga, 1962), abogado, es extrovertido. Le gusta vestir de forma llamativa, amigo de los actos públicos, sobre todo si le proporcionan notoriedad. Ha creado un grupo empresarial y mediático (tiene seis publicaciones) bajo el paraguas de la defensa de los usuarios de entidades financieras y empresas de servicios.
Según sus cifras, entre Ausbanc Consumo y Ausbanc Empresas tiene 352.146 asociados, sumando los individuales y los colectivos. Cobra 60 euros por inscripción y 15 euros al mes por asociado, "aunque hacemos precio especial cuando llegan por una crisis concreta", apunta. Ha conseguido grandes logros para todos los ciudadanos, entre los que destaca el fin del redondeo al alza de las hipotecas; que se conozcan previamente las comisiones de los cajeros automáticos y la creación de un registro de seguros de vida de los fallecidos.
Lo curioso del caso es que esas victorias las ha logrado con denuncias y presiones a los bancos y cajas de ahorros, de los que recibe fuertes ingresos publicitarios en sus revistas y semanarios (también les cobra por organizar eventos y elaborar informes). Tanto sus amigos como sus enemigos, que los tiene y de gran relevancia, coinciden en que es un hombre de gran habilidad dialéctica, enorme capacidad de trabajo, así como constante e inteligente. Otros no olvidan que le acompaña una cierta aureola de justiciero, y que, en ocasiones, eleva el tono de voz hasta casi llegar a la ira. También transmite ser casi un cruzado a favor de los débiles, aunque disfrute codeándose con los poderosos.
Los ejecutivos de la banca se quejan de las enormes cantidades de dinero que se ven "obligados" a destinar a las publicaciones de Ausbanc. Se habla de cifras que van desde los 400.000 euros hasta los 60.000, dependiendo del tamaño. Dicen que lo hacen bajo la presión del poder de Pineda. Sin embargo, nadie (excepto Credit Services) lo denuncia porque dicen dudar de que sea ilícito. "La banca ha creado este monstruo y ahora no sabemos cómo acabar con él", confiesa un alto ejecutivo bancario. Tampoco goza de la simpatía de los medios de comunicación, que le consideran un intruso. Hasta tal punto que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) solicitó a las entidades que no invitara a Ausbanc a las conferencias de prensa, algo que han cumplido.
Pese al velo que le rodea, la semana pasada cayeron algunos muros. El Santander, con 208.000 euros y cinco entidades más (Caja Duero; Banco Pastor; Ibercaja; Caixa Galicia y Caja Murcia) confesaron ante un juez que pagaron 347.000 euros a Ausbanc para participar en unos actos en Salamanca, donde se presentó la Declaración Universal de los Derechos de los Servicios Bancarios. La Caixa, Cajamar y Bancaja también pagaron, pero no han dicho cuánto. Pineda dice que el acto fue transparente y que le costó 600.000 euros, una cifra que parece claramente exagerada a otras entidades acostumbradas a financiar eventos.
En octubre de 2005, el Ministerio de Sanidad expulsó a Ausbanc del registro de asociaciones de consumidores. El motivo, un pequeño anuncio que apareció en Justicia y Derecho, una revista rudimentaria editada por Ausbanc en blanco y negro. Consumo dice que incumple la legislación por incluir publicidad comercial, y no meramente informativa.
Aunque la decisión está suspendida cautelarmente, supone el primer paso para alejar a Ausbanc de las asociaciones de consumidores bendecidas -y, sobre todo, subvencionadas- por el Estado. En el Instituto Nacional de Consumo creen que Pineda juega con sus dos buques (Ausbanc Empresas y Consumo) indistintamente según sus necesidades. "Una le sirve de tapadera para la otra", afirman.
Además, Pineda está siendo investigado por la Audiencia Nacional por haber recibido más de un millón de euros de Fórum y Afinsa, y luego presentarse como acusación popular en defensa de los asociados de las dos empresas filatélicas que quebraron a finales del año pasado. Pineda ha desenterrado (si es que alguna vez la enterró) el hacha de guerra contra el Gobierno socialista. En su opinión, "me persiguen porque no soy una asociación claudicante ante los poderes públicos. Les duele nuestra incorruptible posición. Están dispuestos a liquidar a una organización honesta como Ausbanc que ha demostrado miles de veces que no cede ante los poderosos".
Pero la pregunta básica es cómo Pineda y Ausbanc han alcanzado este poder. La asociación se fundó en 1984, pero tomó altura el 26 de marzo de 1994. En la interminable junta de Banesto, tras el desalojo de Mario Conde, Pineda presentó una acción social de responsabilidad contra el anterior equipo gestor. Fue un gran favor para el Banco de España y para Alfredo Sáenz, entonces presidente de Banesto. Necesitaban una "acción espontánea" como ésa, y Pineda lo hizo. A partir de ahí, el propio gobernador Luis Ángel Rojo y los más importantes banqueros acudieron a algunos de los actos públicos de Ausbanc. Destacó el Duro de Oro (hoy Euro de Oro), en el que se entregan premios a los mejores productos financieros. Su despacho está empapelado con fotografías en las que sonríe junto a Rojo, el ex subgobernador Miguel Martín, Emilio Botín, Matías Rodríguez Inciarte (del Santander), Pedro Luis Uriarte (ex vicepresidente del BBVA), Javier Valls (ex copresidente del Banco Popular) y otros ejecutivos de cajas y secretarios de Estado.
Con esta tarjeta de presentación, se le abrieron las puertas de los despachos del poder financiero. Aprovechó la debilidad de cada entidad (los problemas de la fusión en el BBVA o, en el Santander, por ejemplo, que ha sido víctima de continuos ataques de Rafael Pérez Escolar). "Adulación, petición de publicidad y aviso de lo malo que es enfadarse", dice un ejecutivo financiero. "Es un sistema que no le falla y que combina con las demandas judiciales que muchas veces las gana, porque las entidades cometemos errores".
Pineda niega que coaccione, pero reconoce que siempre pide publicidad cuando visita a las entidades. "La publicidad me garantiza mi independencia, como ocurre con los medios de comunicación. Cuando negocio la publicidad no coaccionó a nadie. Si alguien lo ve así... la interpretación es libre. Les digo que sean valientes y pongan publicidad. Tener relevancia ante la banca me convierte en un interlocutor válido porque te respetan más. Así, a veces, podemos llegar a acuerdos gracias a la mediación, pero nunca paro una demanda porque vaya contra un anunciante".
Sin embargo, esta teoría se tambalea por Caja Madrid, la única entidad que nunca se ha anunciado en Ausbanc y que ha sido blanco continuo de los ataques de Pineda. La caja no hace declaraciones y Pineda dice que esta situación se debe a que "es una entidad torpe en su gestión y soberbia con los clientes".
En Adicae, una asociación rival, dicen que la factura por los actos de Salamanca es "la punta del iceberg de la superfinanciación que bancos y cajas han dado a este tinglado en los últimos diez años". Según su presidente, Manuel Pardos, "ha injuriado a todo el mundo: a Elena Salgado, la ministra de Sanidad que le expulsó del registro, a todas las asociaciones de consumidores... Utiliza la estrategia goebbelsiana de acusar a los demás de los delitos que practica".
Y habría una segunda pregunta: ¿Cuál es el fin último de esa asociación? Es la defensa real de los usuarios de banca, o es un negocio realmente lucrativo que además posibilita todo tipo de relaciones y un alto grado de notoriedad. La lectura de este reportaje también nos ayuda a encontrar una respuesta: "Ausbanc...también le ha permitido levantar una red de empresas con la que el año pasado movió unos 15 millones (de euros)".
Creo que todas las asociaciones de defensa de los consumidores trabajan en mayor o menor medida para lograr el fín que les da nombre, pero también es cierto que algunas de ellas utilizan la fuerza que les dan aquellos a quienes representan para lograr otros objetivos, más personales y lucrativos.
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Contenido íntegro del reportaje "Las dos caras de Ausbanc"
La mayor asociación de usuarios bancarios pleitea con la banca y vive a la vez de su publicidad.
Defender a los consumidores puede ser un negocio muy lucrativo. Y Luis Pineda lo sabe bien. Hace más de 20 años que se inventó Ausbanc, una asociación de usuarios de banca que ha sacado los colores a las entidades por cobrar comisiones injustificadas, hipotecas caras, etcétera. Sin embargo, también le ha permitido levantar una red de empresas con la que el año pasado movió unos 15 millones. Algunos le acusan de utilizar sus publicaciones para captar dinero de la banca, bajo la amenaza de sacar sus trapos sucios si no pasan por caja. Pineda dice que no coacciona a nadie, que todos se anuncian voluntariamente. Un juzgado ha revelado que Ausbanc cobró 347.000 euros del Santander y cinco entidades más por un acto en Salamanca.
Emilio Botín, presidente del Santander, bajó las escaleras de la Audiencia Nacional con cierto aire despistado. Tenía delante una veintena de fotógrafos y periodistas esperándole. Había declarado ante el juez por las indemnizaciones millonarias pagadas a los ex directivos José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui. No era un trago fácil y parecía un poco apurado; pero, de repente, entre los periodistas alguien dio un paso adelante y se abrazó al presidente del banco. Era Luis Pineda, presidente de Ausbanc, Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios. Botín cambió el semblante y Pineda alabó su gestión ante los periodistas, que se quedaron desconcertados.
La anécdota describe al personaje. Luis Pineda (Málaga, 1962), abogado, es extrovertido. Le gusta vestir de forma llamativa, amigo de los actos públicos, sobre todo si le proporcionan notoriedad. Ha creado un grupo empresarial y mediático (tiene seis publicaciones) bajo el paraguas de la defensa de los usuarios de entidades financieras y empresas de servicios.
Según sus cifras, entre Ausbanc Consumo y Ausbanc Empresas tiene 352.146 asociados, sumando los individuales y los colectivos. Cobra 60 euros por inscripción y 15 euros al mes por asociado, "aunque hacemos precio especial cuando llegan por una crisis concreta", apunta. Ha conseguido grandes logros para todos los ciudadanos, entre los que destaca el fin del redondeo al alza de las hipotecas; que se conozcan previamente las comisiones de los cajeros automáticos y la creación de un registro de seguros de vida de los fallecidos.
Lo curioso del caso es que esas victorias las ha logrado con denuncias y presiones a los bancos y cajas de ahorros, de los que recibe fuertes ingresos publicitarios en sus revistas y semanarios (también les cobra por organizar eventos y elaborar informes). Tanto sus amigos como sus enemigos, que los tiene y de gran relevancia, coinciden en que es un hombre de gran habilidad dialéctica, enorme capacidad de trabajo, así como constante e inteligente. Otros no olvidan que le acompaña una cierta aureola de justiciero, y que, en ocasiones, eleva el tono de voz hasta casi llegar a la ira. También transmite ser casi un cruzado a favor de los débiles, aunque disfrute codeándose con los poderosos.
Los ejecutivos de la banca se quejan de las enormes cantidades de dinero que se ven "obligados" a destinar a las publicaciones de Ausbanc. Se habla de cifras que van desde los 400.000 euros hasta los 60.000, dependiendo del tamaño. Dicen que lo hacen bajo la presión del poder de Pineda. Sin embargo, nadie (excepto Credit Services) lo denuncia porque dicen dudar de que sea ilícito. "La banca ha creado este monstruo y ahora no sabemos cómo acabar con él", confiesa un alto ejecutivo bancario. Tampoco goza de la simpatía de los medios de comunicación, que le consideran un intruso. Hasta tal punto que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) solicitó a las entidades que no invitara a Ausbanc a las conferencias de prensa, algo que han cumplido.
Pese al velo que le rodea, la semana pasada cayeron algunos muros. El Santander, con 208.000 euros y cinco entidades más (Caja Duero; Banco Pastor; Ibercaja; Caixa Galicia y Caja Murcia) confesaron ante un juez que pagaron 347.000 euros a Ausbanc para participar en unos actos en Salamanca, donde se presentó la Declaración Universal de los Derechos de los Servicios Bancarios. La Caixa, Cajamar y Bancaja también pagaron, pero no han dicho cuánto. Pineda dice que el acto fue transparente y que le costó 600.000 euros, una cifra que parece claramente exagerada a otras entidades acostumbradas a financiar eventos.
En octubre de 2005, el Ministerio de Sanidad expulsó a Ausbanc del registro de asociaciones de consumidores. El motivo, un pequeño anuncio que apareció en Justicia y Derecho, una revista rudimentaria editada por Ausbanc en blanco y negro. Consumo dice que incumple la legislación por incluir publicidad comercial, y no meramente informativa.
Aunque la decisión está suspendida cautelarmente, supone el primer paso para alejar a Ausbanc de las asociaciones de consumidores bendecidas -y, sobre todo, subvencionadas- por el Estado. En el Instituto Nacional de Consumo creen que Pineda juega con sus dos buques (Ausbanc Empresas y Consumo) indistintamente según sus necesidades. "Una le sirve de tapadera para la otra", afirman.
Además, Pineda está siendo investigado por la Audiencia Nacional por haber recibido más de un millón de euros de Fórum y Afinsa, y luego presentarse como acusación popular en defensa de los asociados de las dos empresas filatélicas que quebraron a finales del año pasado. Pineda ha desenterrado (si es que alguna vez la enterró) el hacha de guerra contra el Gobierno socialista. En su opinión, "me persiguen porque no soy una asociación claudicante ante los poderes públicos. Les duele nuestra incorruptible posición. Están dispuestos a liquidar a una organización honesta como Ausbanc que ha demostrado miles de veces que no cede ante los poderosos".
Pero la pregunta básica es cómo Pineda y Ausbanc han alcanzado este poder. La asociación se fundó en 1984, pero tomó altura el 26 de marzo de 1994. En la interminable junta de Banesto, tras el desalojo de Mario Conde, Pineda presentó una acción social de responsabilidad contra el anterior equipo gestor. Fue un gran favor para el Banco de España y para Alfredo Sáenz, entonces presidente de Banesto. Necesitaban una "acción espontánea" como ésa, y Pineda lo hizo. A partir de ahí, el propio gobernador Luis Ángel Rojo y los más importantes banqueros acudieron a algunos de los actos públicos de Ausbanc. Destacó el Duro de Oro (hoy Euro de Oro), en el que se entregan premios a los mejores productos financieros. Su despacho está empapelado con fotografías en las que sonríe junto a Rojo, el ex subgobernador Miguel Martín, Emilio Botín, Matías Rodríguez Inciarte (del Santander), Pedro Luis Uriarte (ex vicepresidente del BBVA), Javier Valls (ex copresidente del Banco Popular) y otros ejecutivos de cajas y secretarios de Estado.
Con esta tarjeta de presentación, se le abrieron las puertas de los despachos del poder financiero. Aprovechó la debilidad de cada entidad (los problemas de la fusión en el BBVA o, en el Santander, por ejemplo, que ha sido víctima de continuos ataques de Rafael Pérez Escolar). "Adulación, petición de publicidad y aviso de lo malo que es enfadarse", dice un ejecutivo financiero. "Es un sistema que no le falla y que combina con las demandas judiciales que muchas veces las gana, porque las entidades cometemos errores".
Pineda niega que coaccione, pero reconoce que siempre pide publicidad cuando visita a las entidades. "La publicidad me garantiza mi independencia, como ocurre con los medios de comunicación. Cuando negocio la publicidad no coaccionó a nadie. Si alguien lo ve así... la interpretación es libre. Les digo que sean valientes y pongan publicidad. Tener relevancia ante la banca me convierte en un interlocutor válido porque te respetan más. Así, a veces, podemos llegar a acuerdos gracias a la mediación, pero nunca paro una demanda porque vaya contra un anunciante".
Sin embargo, esta teoría se tambalea por Caja Madrid, la única entidad que nunca se ha anunciado en Ausbanc y que ha sido blanco continuo de los ataques de Pineda. La caja no hace declaraciones y Pineda dice que esta situación se debe a que "es una entidad torpe en su gestión y soberbia con los clientes".
En Adicae, una asociación rival, dicen que la factura por los actos de Salamanca es "la punta del iceberg de la superfinanciación que bancos y cajas han dado a este tinglado en los últimos diez años". Según su presidente, Manuel Pardos, "ha injuriado a todo el mundo: a Elena Salgado, la ministra de Sanidad que le expulsó del registro, a todas las asociaciones de consumidores... Utiliza la estrategia goebbelsiana de acusar a los demás de los delitos que practica".
¿Quién se ha llevado mi queso?
No me gustan los libros de "autoayuda" y este es uno de ellos. Tampoco es un libro de economía, pero es el libro que más me ha influido de cuantos he leido. Da igual cómo seas, te hará mejor.
A través de una historia aparentemente inocente, casi podríamos hablar de este libro como un corto relato para niños, te das cuenta de que todo cambia y de que debemos actualizar las fórmulas que hasta ahora nos daban resultado para no quedarnos "fuera de juego". Te enseña a ser estratega: no te dejes llevar, observa los cambios que van a producirse a tu alrededor y realiza las acciones oportunas para beneficiarte de ellos.
Especialmente recomendable para el mundo laboral.
martes, 18 de septiembre de 2007
La bolsa es un juego de suma cero
Para que tú ganes, otro tiene que perder. Y viceversa!
Quizá sea mal pensado, pero es que me extraña no leer nada acerca de esto en tantos libros, prensa, páginas web y foros económicos como manejo. Lo que sí prolifera en todos esos soportes, y cada vez más, es información sobre las bondades de la inversión e, incluso, de la especulación, lo que es mucho más peligroso.
Es curioso. Bueno, lo cierto es que de curioso no tiene nada, sino que tiene mucho sentido: los profesionales, y los particulares que llevan tiempo operando en los mercados financieros, saben sobradamente que para que ellos ganen, otros tienen que perder. De modo que, a través de lo que publican, intentan atraer cada vez más adeptos con el fin de hallar "contrapartes" menos preparadas que ellos, lo que les facilitaría sus ganancias.
Lo que me produce más dudas es la utilidad práctica de esta estrategia ya que, por ejemplo, los particulares suponen poco más del 5% en la Bolsa española, el resto se encuentra en manos institucionales, en las “manos fuertes”.
Otro aspecto que me gustaría destacar es que invirtiendo en cualquier mercado y, sobre todo especulando (se entiende que en este caso el plazo es menor y que se pueden utilizar instrumentos financieros que permitan un mayor apalancamiento) podemos perder mucho dinero. Esto debería de parecer obvio pero no es así y hay muchas personas que se acercan a este mundo sin la mínima preparación, por lo que todos suelen correr la misma suerte: la pérdida de gran parte de su capital.
Ahora, con internet y la gran cantidad de productos financieros que tenemos a mano, la inversión en Bolsa se ha democratizado, cualquiera puede acceder a ella, lo que es objetivamente bueno. Pero, además de tener unos ahorros que no necesitemos y a los que le queramos sacar un rendimiento superior al de los depósitos tradicionales, y además de tener acceso a infinidad de productos financieros (acciones, futuros, opciones, etc), necesitamos una mínima preparación, que requerirá algo de tiempo y de esfuerzo por nuestra parte. De este modo, inclinaremos de nuestro lado las posibilidades de tener éxito en nuestra experiencia inversora, en vez de servir para el éxito de otro.
De acuerdo con el razonamiento que acabo de exponer, este post no sería el más adecuado para mis intereses personales, puesto que invierto (y especulo) habitualmente, pero sí lo considero muy útil para aquellos que tengáis menos experiencia en este mundo, y la utilidad para el lector pretende ser el fin último de mi blog, como ya expliqué en la presentación del mismo.
Quizá sea mal pensado, pero es que me extraña no leer nada acerca de esto en tantos libros, prensa, páginas web y foros económicos como manejo. Lo que sí prolifera en todos esos soportes, y cada vez más, es información sobre las bondades de la inversión e, incluso, de la especulación, lo que es mucho más peligroso.
Es curioso. Bueno, lo cierto es que de curioso no tiene nada, sino que tiene mucho sentido: los profesionales, y los particulares que llevan tiempo operando en los mercados financieros, saben sobradamente que para que ellos ganen, otros tienen que perder. De modo que, a través de lo que publican, intentan atraer cada vez más adeptos con el fin de hallar "contrapartes" menos preparadas que ellos, lo que les facilitaría sus ganancias.
Lo que me produce más dudas es la utilidad práctica de esta estrategia ya que, por ejemplo, los particulares suponen poco más del 5% en la Bolsa española, el resto se encuentra en manos institucionales, en las “manos fuertes”.
Otro aspecto que me gustaría destacar es que invirtiendo en cualquier mercado y, sobre todo especulando (se entiende que en este caso el plazo es menor y que se pueden utilizar instrumentos financieros que permitan un mayor apalancamiento) podemos perder mucho dinero. Esto debería de parecer obvio pero no es así y hay muchas personas que se acercan a este mundo sin la mínima preparación, por lo que todos suelen correr la misma suerte: la pérdida de gran parte de su capital.
Ahora, con internet y la gran cantidad de productos financieros que tenemos a mano, la inversión en Bolsa se ha democratizado, cualquiera puede acceder a ella, lo que es objetivamente bueno. Pero, además de tener unos ahorros que no necesitemos y a los que le queramos sacar un rendimiento superior al de los depósitos tradicionales, y además de tener acceso a infinidad de productos financieros (acciones, futuros, opciones, etc), necesitamos una mínima preparación, que requerirá algo de tiempo y de esfuerzo por nuestra parte. De este modo, inclinaremos de nuestro lado las posibilidades de tener éxito en nuestra experiencia inversora, en vez de servir para el éxito de otro.
De acuerdo con el razonamiento que acabo de exponer, este post no sería el más adecuado para mis intereses personales, puesto que invierto (y especulo) habitualmente, pero sí lo considero muy útil para aquellos que tengáis menos experiencia en este mundo, y la utilidad para el lector pretende ser el fin último de mi blog, como ya expliqué en la presentación del mismo.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Taxi e impuestos
Este post es un ejemplo práctico de lo que va a ser mi blog. Aunque pienso que va a tratar principalmente de economía, escribiré en cada ocasión de aquello que me interese. Así que voy a empezar un blog de economía (?) hablando de taxis, pero todo tiene relación, ya veréis.
El caso es que yo vivo en Madrid y, sobre todo por mi trabajo, he utilizado los servicios del taxi en cientos de ocasiones. Vaya por delante que no tengo nada en contra de los taxistas, de hecho, soy consciente de que prestan un servicio totalmente necesario, aunque a mí me pueda parecer caro, pero ese no es el problema. Como en todas las profesiones, hay unos taxistas que son más amables que otros, unos que son más limpios que otros… pero, en general, la experiencia es buena.
Todo esto cambia cuando el traslado es hacia o desde el aeropuerto. En estas ocasiones todos, sin excepción, se comportan de la misma manera: te cobran el suplemento (5€) pero no lo marcan en el taxímetro. Preguntados por esta circunstancia, las respuestas son variadas: esto nunca se marca, el taxímetro está roto y no marca suplementos, soy sólo el conductor y estos son ingresos extras frente al dueño del taxi…Así que, suponiendo una carrera media de 20€, no están declarando el 20% de sus ingresos. Y te lo dicen a la cara. ¿Os imaginais que cualquier comercio os incrementara un 20% sobre el precio marcado en el producto, o que los bancos te cobraran la cuota de la hipoteca un 20% más caro de lo firmado? Pues los taxistas lo hacen y no pasa nada.
El art. 14 de la Ordenanza Municipal Reguladora del Taxi dice: “Los vehículos deberán ir provistos de un aparato taxímetro, comprobado y precintado por la Delegación Provincial de Industria, situado en la parte delantera del interior de la carrocería, de forma que, en todo momento, resulte completamente visible para el viajero la lectura de la tarifa o precio y precio y suplementos, debiendo estar iluminado desde la puesta del sol”. Pienso que de aquí se deduce claramente que si un suplemento no está marcado en el taxímetro es que no existe, con lo que no hay que pagarlo.
Pues bien, hace unos meses, volviendo del aeropuerto, un taxista nuevamente me quería cobrar 5€ más de lo que marcaba el taxímetro, y en esta ocasión le indiqué que yo solo pagaba lo que marcaba el taxímetro. Ante lo ofendido que se mostraba el taxista, quien no hacía más que repetir que él no era un ladrón (excusatio non petita, acusatio manifiesta), requerimos la presencia de la policía municipal. Aunque parezca increible, ellos no sabían qué hacer. Finalmente, el taxista me expidió un comprobante con el precio que me iba a cobrar y yo le hice una foto al taxímetro y le pagué los 5€ ¡que van en negro!
Ahora que estoy de vacaciones, y por lo tanto tengo tiempo para ello, voy a hacer la consulta al Ayuntamiento de Madrid. Espero tener una respuesta por escrito que por fin aclare el asunto ante terceros (taxistas, policía municipal), se entiende que en el sentido de mi reclamación. En otro caso, ¡estarían legalizando los ingresos en negro!
Mientras tanto, cada vez utilizo menos los servicios del taxi, y eso que me los paga la empresa. No quiero ser cómplice de ese sistema: yo trabajo por cuenta ajena, declaro hasta el último euro que gano y me retienen un porcentaje muy importente por IRPF; vale que por ser autónomos los taxistas declaren por módulos, aunque me parezca muy insolidario puesto que lo que ellos se ahorran de pagar a Hacienda me toca pagarlo a mí entre otros (aunque este es tema para otro post), pero que tenga que abonarles un suplemento en negro y con total impunidad, es demasiado.
El caso es que yo vivo en Madrid y, sobre todo por mi trabajo, he utilizado los servicios del taxi en cientos de ocasiones. Vaya por delante que no tengo nada en contra de los taxistas, de hecho, soy consciente de que prestan un servicio totalmente necesario, aunque a mí me pueda parecer caro, pero ese no es el problema. Como en todas las profesiones, hay unos taxistas que son más amables que otros, unos que son más limpios que otros… pero, en general, la experiencia es buena.
Todo esto cambia cuando el traslado es hacia o desde el aeropuerto. En estas ocasiones todos, sin excepción, se comportan de la misma manera: te cobran el suplemento (5€) pero no lo marcan en el taxímetro. Preguntados por esta circunstancia, las respuestas son variadas: esto nunca se marca, el taxímetro está roto y no marca suplementos, soy sólo el conductor y estos son ingresos extras frente al dueño del taxi…Así que, suponiendo una carrera media de 20€, no están declarando el 20% de sus ingresos. Y te lo dicen a la cara. ¿Os imaginais que cualquier comercio os incrementara un 20% sobre el precio marcado en el producto, o que los bancos te cobraran la cuota de la hipoteca un 20% más caro de lo firmado? Pues los taxistas lo hacen y no pasa nada.
El art. 14 de la Ordenanza Municipal Reguladora del Taxi dice: “Los vehículos deberán ir provistos de un aparato taxímetro, comprobado y precintado por la Delegación Provincial de Industria, situado en la parte delantera del interior de la carrocería, de forma que, en todo momento, resulte completamente visible para el viajero la lectura de la tarifa o precio y precio y suplementos, debiendo estar iluminado desde la puesta del sol”. Pienso que de aquí se deduce claramente que si un suplemento no está marcado en el taxímetro es que no existe, con lo que no hay que pagarlo.
Pues bien, hace unos meses, volviendo del aeropuerto, un taxista nuevamente me quería cobrar 5€ más de lo que marcaba el taxímetro, y en esta ocasión le indiqué que yo solo pagaba lo que marcaba el taxímetro. Ante lo ofendido que se mostraba el taxista, quien no hacía más que repetir que él no era un ladrón (excusatio non petita, acusatio manifiesta), requerimos la presencia de la policía municipal. Aunque parezca increible, ellos no sabían qué hacer. Finalmente, el taxista me expidió un comprobante con el precio que me iba a cobrar y yo le hice una foto al taxímetro y le pagué los 5€ ¡que van en negro!
Ahora que estoy de vacaciones, y por lo tanto tengo tiempo para ello, voy a hacer la consulta al Ayuntamiento de Madrid. Espero tener una respuesta por escrito que por fin aclare el asunto ante terceros (taxistas, policía municipal), se entiende que en el sentido de mi reclamación. En otro caso, ¡estarían legalizando los ingresos en negro!
Mientras tanto, cada vez utilizo menos los servicios del taxi, y eso que me los paga la empresa. No quiero ser cómplice de ese sistema: yo trabajo por cuenta ajena, declaro hasta el último euro que gano y me retienen un porcentaje muy importente por IRPF; vale que por ser autónomos los taxistas declaren por módulos, aunque me parezca muy insolidario puesto que lo que ellos se ahorran de pagar a Hacienda me toca pagarlo a mí entre otros (aunque este es tema para otro post), pero que tenga que abonarles un suplemento en negro y con total impunidad, es demasiado.
Presentación
Me gustan los blogs. Internet ha democratizado el planeta: ahora, todos tenemos acceso a todo. Y los blogs te permiten escribir libremente y tener un público objetivo casi infinito.
Hace tiempo que venía pensando en crear un blog sobre economía y, más concretamente, sobre mercados financieros, pero luego pensé: ¡Hay vida más allá de la bolsa!, con lo que también incluiré todo aquello que me aporta algo: lo que circula por la red, libros, música, viajes.
Como dice Brett. N. Steenbarger, reconozco que tenemos pocas ideas propias y que normalmente suelen ser una recopilación de aquellas que hemos absorvido previamente; en estos casos, al no poder mejorarlas y por honestidad, las transcribiré en su literalidad. En otros casos, expresaré mis propias ideas o inquietudes. Y por último, de todo lo que circula por la red (textos, videos, etc,) publicaré aquello que me parezca interesante para dotarlo de cierta permanencia, así como servir de plataforma de debate sobre el contenido de los mismos.
Si hay rasgos que aprecio cuando recibo una información son el pragmatismo (según la RAE: movimiento filosófico que busca las consecuencias prácticas del pensamiento) y la concisión (según la RAE: brevedad y economía de medios en el modo de expresar un concepto con exactitud). Por lo que esos son los rasgos que pretendo definan mi post, aunque espero no pasarme con la “concisión”.
No pretendo dar lecciones magistrales con posts larguísimos y realmente pesados de leer, que si bien para el autor suponen la autorrealización, no son más que una repetición de conceptos ya existentes. Quiero ser útil, compartiendo todo aquello que me ha ayudado o me parece interesante, con la esperanza de que tenga el mismo efecto en otras personas, ese es el fin último y principal de mi blog.
Otros bloggers buscan la satisfacción personal de escribir y ser leído, relacionarse con gente que tenga sus mismas inquietudes e, incluso, alguna salida profesional; fines todos ellos que me parecen igual de lícitos y que incluso yo comparto, pero que siempre serían fruto de haber alcanzado mi fin último y principal: la utilidad al lector de mi blog.
Hace tiempo que venía pensando en crear un blog sobre economía y, más concretamente, sobre mercados financieros, pero luego pensé: ¡Hay vida más allá de la bolsa!, con lo que también incluiré todo aquello que me aporta algo: lo que circula por la red, libros, música, viajes.
Como dice Brett. N. Steenbarger, reconozco que tenemos pocas ideas propias y que normalmente suelen ser una recopilación de aquellas que hemos absorvido previamente; en estos casos, al no poder mejorarlas y por honestidad, las transcribiré en su literalidad. En otros casos, expresaré mis propias ideas o inquietudes. Y por último, de todo lo que circula por la red (textos, videos, etc,) publicaré aquello que me parezca interesante para dotarlo de cierta permanencia, así como servir de plataforma de debate sobre el contenido de los mismos.
Si hay rasgos que aprecio cuando recibo una información son el pragmatismo (según la RAE: movimiento filosófico que busca las consecuencias prácticas del pensamiento) y la concisión (según la RAE: brevedad y economía de medios en el modo de expresar un concepto con exactitud). Por lo que esos son los rasgos que pretendo definan mi post, aunque espero no pasarme con la “concisión”.
No pretendo dar lecciones magistrales con posts larguísimos y realmente pesados de leer, que si bien para el autor suponen la autorrealización, no son más que una repetición de conceptos ya existentes. Quiero ser útil, compartiendo todo aquello que me ha ayudado o me parece interesante, con la esperanza de que tenga el mismo efecto en otras personas, ese es el fin último y principal de mi blog.
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